Capítulo 33.
El ansia estaba a punto de acabar con sus nervios y la poca cordura de Jin se había ido al carajo desde que conversó con Jimin, dentro de él sabía que algo no andaba bien.
Caminaba de un lado a otro buscando alguna solución para ir a ayudar a su amigo.
—Maldición Yongsun, no puedo quedarme de brazos cruzados, debemos hacer algo.
—Lo sé, pensemos en algún plan —ella habla adolorida.
—¿Crees que haya alguien afuera? —Jin se pega a la puerta para escuchar.
—No lo sé, ¿percibes algún olor?
—Sí, a pura mierda, que es lo que sueltan esos desgraciados, pero no, no hay nadie.
—Bien, ayúdame a ponerme de pie, abriremos esa puerta, intenta marcar la habitación lo más posible con tu olor, hay que hacerles pensar que seguimos aquí.
Yongsun se hincó siseando de dolor, toma una de las insignias de su uniforme sacando la parte puntiaguda del prendedor con él, intentó abrir la puerta, maniobrando la manija con gran destreza. Era un poco doloroso por los golpes que tenía en las manos, pero ahora su alfa estaba tan molesta por lo sucedido con Jin que dejó de lado todo el dolor para buscar opciones.
Cuando Jin marcó lo suficiente las paredes, llegó junto a ella, ambos veían atentos hasta que la manija de la puerta hizo clic.
—El mejor maldito sonido —canturrea el omega ayudando a su alfa a ponerse en pie—. Te juro alfa, que tengo tantos deseos de arrancarles la garganta, nadie toca a mi mujer.
—Tranquilo amor, ahora debemos ir a buscar a Jimin antes de que suceda algo malo.
El instinto maternal de Jin se disparó al sentir el olor plagado de tristeza del pequeño alfa.
—Ese es Jae, alfa debemos ir por él.
Yongsun se paró frente a Jin de una forma tan protectora —Perdóname Jin, no estuve para ustedes cuando pasó todo, lo siento.
—No te preocupes amor, no fue tu culpa. No es culpa de ninguno de nosotros, sino de ese mal parido de Dongwoo.
Jin se protegía detrás del cuerpo de su alfa mientras cubría su vientre con ambas manos. Escucharon voces acercarse y se metieron a una de las habitaciones rogando que estuviera vacía.
Al entrar los ojos de la alfa se abrieron en gran expresión de asombro.
Debía ser una jodida y maldita broma.
Estaban en una habitación llena de armas de todo tipo.
—¡SANTA MIERDA! —admirada camina por la habitación.
—Alfa, ¿qué demonios sucede contigo? No digas groserías delante de nuestro cachorro.
Yongsun camina tomando una de las que más llamó su atención, además un silenciador serviría de mucho si debían defenderse y no hacer tanto ruido, guardó un par más ajustándolas con el cinturón de su pantalón.
—Bien, salgamos, quédate detrás de mi Jin.
Continúa optando una pose de ataque guiando a su omega por los pasillos.
✧✦✧
Jungkook derrapaba sobre el asfalto por lo rápido que iba, hasta que un dolor profundo lo hizo detenerse, nunca había sentido algo igual.
"OMEGA" Su alfa se remueve inquieto.
—Jimin... —susurra audible.
—¿Qué sucede Jungkook? —Yoongi habla preocupado.
—Algo le pasa a Jimin —cruje su cuello impidiendo que su alfa saliera.
—Mierda, apresurémonos, ¿cuál es el maldito plan? —Yoongi pregunta nervioso.
—Llegar a partirles el culo y sacar a todos a salvo, no me extrañaría encontrar a Jin y a Yongsun ahí —su mandíbula dolía de tanta presión que ejercía en ella.
—Malditos, hicieron una buena jugada, nos dañaron a todos al mismo tiempo.
—Es una venganza Yoongi, una venganza que abarca a todos los que hemos jodido, pero que hoy será el día en que desearán no haber nacido —sentencia y después fija su vista furiosa al frente.
✧✦✧
Tenía un tremendo dolor de cabeza, intentó ver más allá de lo que sus ojos le permitían, pero simplemente todo estaba oscuro.
—Jimin... —escucha un grito lejano.
Giró sobre sí mismo buscando de donde provenía el llamado.
—Alfa —camina buscando a Jungkook.
Continuó a tientas sin rumbo buscando algún soporte en donde sostenerse, parecía que seguía y seguía y no había un fin.
Voces empezaron a rodearlo, palabras que no se entendían que iniciaron, pero no tenían un fin porque no cesaban de resonar en todas partes. Entonces, todo se hizo frío. Sintió un fuerte golpe en su rostro.
Despertó, tosiendo una gran cantidad de agua que se le había arrojado sobre el rostro.
Escupió todo lo que cayó dentro de la boca, intentó moverse, pero no pudo, pues sus manos estaban atadas.
Se encontraba sentado en una silla de madera, el lugar era oscuro y no se podía ver casi nada, solo una lámpara que estaba justo detrás de él, apretó sus párpados para ahuyentar el ardor que sentía.
—Vaya, vaya, vaya, miren nada más a quién tenemos aquí —Dongwoo apareció de una de las esquinas de la habitación, dejando el recipiente que utilizó para tirarle el agua encima.
Jimin giró el rostro luchando para demostrar indiferencia, su omega gimoteó "necesitamos a nuestro alfa" con tanto miedo, pero lo cayó, no era momento de bajar la guardia.
—¿Y el respeto para tu alfa, Jimin? —Dongwoo, sisea molesto.
El omega no respondió.
—No puedo creer esto —se burla y dobla las mangas de su camisa para que llegaran al nivel de sus codos—. Maldito, inservible, mírame cuando te hablo —toma su rostro marcando sus dedos sobre el mentón del omega.
El omega lo vio con desdén e indiferencia.
—Respeta a tu alfa escoria y atiende cuando me dirijo a ti.
—Tú no eres mi alfa —escupía sin ninguna expresión en el rostro—. Ya estoy aquí, ¿dónde está Jaesung? Deja a mis amigos libres, sé un alfa de palabra.
—¿Qué no soy tu alfa? Eso no lo decían los gritos que dabas cuanto te tomaba omega —pasa su mano en una asquerosa caricia sobre su mejilla.
Jimin rehuye del toque y Dongwoo solo sonríe arrogante.
—Eso pasa solo en tu mente Dongwoo, me tomabas a la fuerza, todo era en contra de mi voluntad, ahora malditamente dime, ¿dónde está mi cachorro? —se irrita.
—Ves cómo eres tan malagradecido, otros omegas ruegan por mi polla y tú maldita zorra no quieres nada, el pequeño bastardo está con su nueva mami, una omega digna y buena.
—Me imagino que los demás omegas que mencionas también rogaron por tus golpes, quiero a Jaesung —exige lo último.
—Me sorprendes Jimin, debo decir que esta faceta tuya causa un revoloteo en mis pantalones, pero... —lo vio con tanto deseo que al omega le hizo querer vomitar—, creo que aquellas lecciones te sirvieron muy bien.
—¿Qué quieres Dongwoo? Habla de una jodida vez —Jimin se removía intentando zafarse.
El alfa lo miró furioso y se acercó peligrosamente hasta estar frente a él —Escúchame bien mal parido, aquí no vienes a dar órdenes ni a exigir absolutamente nada, aquí se hace lo que yo quiera, ¿sabes por qué Jimin?
El omega levantó los hombros boqueando por el asfixiante olor que salía de Dongwoo, el alfa estaba muy enojado.
—¡SOY EL ALFA! Y me debes respeto pedazo de mierda —le habló tan cerca que sintió el vaho de su asqueroso aliento fermentado con alcohol.
—Eres un alfa, pero no pareces uno. No eres mi alfa, y respondiendo; este siempre he sido yo, pero tú y tu actitud de mierda me jodieron. ¿Tanto odio a los omegas? —bufa—. Estamos avanzados en civilización, no se te fuerza a nada, pero si te van los alfas es mejor aceptarlo, ¿no crees?
El golpe crudo que Dongwoo propinó sobre su nariz hizo que su cabeza se volcará hacia atrás, segundos después su preciada sangre brotó de una de sus fosas nasales.
Pasó tanto tiempo desde que no había recibido uno, desde que conoció a Jungkook supo que el verdadero significado de ser tratado con cariño, cariño que todos merecieran.
Su piel resintió tanto la diferencia que su omega chilló ser salvado por su alfa.
—Al parecer así es como ustedes malditos entienden, omega estúpido —escupió.
Jimin arrugó su nariz para intentar hacer desaparecer el dolor —Ahora entiendo, ¿qué tan cobarde se necesita ser para sujetarme y después demostrar tu poder? Dime Dongwoo, ¿alfas como tú siempre buscan que se la pongan?
—MALDICIÓN JIMIN, CIERRA LA PUTA BOCA —golpea su estómago y Jimin se retorcía, pero no hizo ningún lloriqueo a causa del dolor.
—¿Ya no más, Dongwoo? ¿Te molesta mi voz o el saber que tengo razón? —inquiere con sorna, riendo con amargura—. ¿Qué es lo que le molesta al gran alfa, algo le duele? —pestañeó burlón y Jimin supuso estaba volviéndose loco. Nunca se atrevió a usar ese tono con el alfa.
Dongwoo crujió sus huesos, ladeando la cabeza de un lado a otro —Ese maldito me marcó —mostró un lado de su rostro—. Pienso devolver el favor.
Jimin bufa —Me imagino que cuando recuerdas que estuviste a punto de morir, sufres no, ¿te retuerce saber que estás marcado? Dongwoo. ¿Un alfa te hizo daño? —se burla con un falso puchero.
—Silencio.
—Una jodida cicatriz, pero eso me hiciste a mí.
—¡¿Olvidaste cómo es el silencio?! —Dongwoo grita furioso.
—Al igual que tú para dejar de ser un idiota.
La risa burlona resonó en toda la habitación, Dongwoo tironeó el cabello de Jimin para tenerlo frente a frente —Pues te arrancaré la maldita garganta para que te calles de una puta vez —Dongwoo le mira con maldad y lame la sangre en su rostro.
—No te tengo miedo, podrás quitarme la vida misma si así lo deseas, pero la felicidad no me la arrebatas, si me voy, pues lo haré tranquilo sabiendo que tú estás perdido —sonrió porque en su pecho sentía un calor ya conocido.
La puerta fue abierta abruptamente, dejando mostrar a Jaesung en brazos de una omega.
Jimin estaba desconcertado —¿Nayeon? —ella entró ignorándolo, haciendo resonar sus tacones —. Pero... ¿Qué? —el omega balbuceó.
—¿Qué te sorprende Jimin? —inquiere la omega.
—Jaesung, dame a mi bebé, ¿qué le hiciste a Jaesung? —pregunta sintiendo algo diferente a su pequeño.
La omega lo vio indiferente —Dongwoo es mi alfa Jimin, pronto tendré su marca y debemos darte las gracias porque por ti formaremos una linda familia, ahora solo le di un poco de jarabe y se quedó completamente dormido, ya estaba cansada de sus gritos. Yo le enseñaré a no ser un bebé llorón —la omega va a donde el alfa besando los labios de Dongwoo de forma vulgar y obscena.
—¿Pero tú ayudaste a Hoseok? No comprendo.
—Eso es simple, yo estoy desde mucho tiempo antes, yo le llevo muchos omegas a mi bello alfa. Nunca entendí porqué te prefirió a ti, eres tan nefasto, Dongwoo siempre me buscaba porque tú nunca lo atendiste como él merecía, su nudo encaja perfectamente en mí. Yo debía ser su pareja, no alguien como tú.
Dongwoo vira los ojos —Basta con esa mierda.
Nayeon suspira y continúa —El maldito de Hoseok cambió el plan a última hora, el muy estúpido llamó a la policía, la idea era matarlos a ambos, queríamos un poco de diversión, no podía permitir que ustedes par de malagradecidos le dieran la espalda a mi alfa.
Jimin estaba muy sorprendido, en realidad no se esperaba eso, solo de suponer en que pensaría Hoseok cuando se enterara de todo y ni hablar de Jin.
—Ahora tiene sentido —dijo recordando los sucesos pasados—. Por eso Jaesung estaba nervioso y eso pasaba solo cuando tú llegabas a casa, tenías su asqueroso olor —Jimin ríe sin gracia.
—Cuidado como te expresas de mi alfa, maldito —la omega camina con Jaesung dormido en brazos.
—¿Ahora sacas las garras? Eres una tonta Nayeon, me das asco, eres tan mala como él.
—Si no fuera porque Dongwoo tiene tu futuro trazado, yo misma acabaría contigo.
—Dame a mi bebé, ten un poco de cordura y deja la estupidez de una vez por todas, piensa en lo que estás haciendo —su mirada era furiosa.
—¡No! Ahora es mío y después de que tú ya no estés nos iremos lejos.
—Cierto —Dongwoo interrumpe, toma la cintura de la omega y besa sus labios con fuerza—. Ves Jimin, Nayeon es una buena omega, complaciente y sumisa.
Justo en ese instante, Kangdae se apareció, su mirada enfureció cuando vio al omega sentado en la silla.
—Dongwoo, debes ir a preparar la segunda parte, debo decir que ahora voy a disfrutar lo que harás con el maldito.
El alfa suspiró malevolamente, dirigió sus pasos a una de las puertas para marcharse, no sin antes decir —Diviértete con la puta, si quieres, aprovecha antes de que los demás lo hagan.
Y ese fue el momento en que Jimin tuvo miedo, Nayeon acomodaba a Jaesung en sus brazos mientras buscaba algo en uno de los muebles.
Kangdae se relamía los labios viéndolo con deseo, su mirada repugnante inspeccionaba todo su cuerpo.
—¿Sabes Jimin? Con el pequeño alfa en nuestras manos formaremos el más grande imperio, ese niño tiene cualidades, lo convertiré en el alfa más despiadado de todos.
—No te atrevas a ponerle una mano encima —Jimin se removió al ver a Nayeon querer marcar a su cachorro con su repugnante aroma.
—No me hagas reír —palmea bruscamente su mejilla.
Jimin ladeó la cabeza par evitar el toque.
—Así me gustan, rebeldes para domarlos a mi sabor y antojo —menciona lamiendo desde su quijada para llegar a su frente.
Sus manos apretaron fuertemente sus muslos, Jimin se removió, pero lo que ganó fue un tirón de cabello para que no se moviera.
Nayeon mencionaba algo y pidió al alfa que esperara un poco hasta que ella encontrara algunos papeles para que pudiera continuar, la idea era sacar a Jaesung del país.
—Maldita sea, ¿no puedes esperar un segundo? No quiero escuchar sus malditos gemidos.
—Entonces apresúrate —él habla furioso.
✧✦✧
Yongsun estaba buscando el momento indicado para entrar, ambos se sorprendieron cuando la vieron ingresar a la omega a una de las puertas con el bebé en manos, Yongsun estaba muy herida y Jin estaba muy embarazado, nerviosos actuaron rápido evitando que algo sucediera con el cachorro.
Adentro en la habitación, el alfa estaba encantado con la actitud retadora del ojiverde.
—No me toques o... —Jimin grita.
—¿O qué imbécil?
—O te patearé el maldito culo —Jin irrumpió hablando desde la puerta con Yongsun junto a él, en tanto esta apuntaba a la cabeza de Kangdae.
El alfa se reincorporó de inmediato levantado las manos con arrogancia —Así que el idiota de Dongwoo olvidó terminar con ustedes, qué imbécil.
Nayeon se tensó en su lugar, Jin fue hasta donde ella mientras la alfa seguía apuntado a Kangdae.
—Maldita malagradecida, pero qué idiotas fuimos al tenderte una mano, entrégame a Jaesung o te las verás conmigo —habla furioso.
La omega con el enfado a flor de piel, pasó al pequeño a sus brazos —Eres igual de idiota que todos aquí, ojalá tengas tu merecido.
—Dongwoo va a matarlos y yo tendré al cachorro, la zorra de Jimin... —no continuó porque Jin la abofetea con toda su fuerza. Ella le vio con furia, pero algo de temor.
—No enojes a un omega embarazado, eres una vil rata infeliz.
Yongsun caminó hasta llegar frente a Jimin, el brazo le estaba dando problemas, además de las costillas que al parecer tenía rotas, Jin la siguió aún de cerca pasando detrás de la silla para desatar a su amigo.
Cuando lo logró hacer, Kangdae ya tenía un movimiento en mente, Jimin notó que el alfa se acercaba caminando atrás buscando uno de los muebles.
Vio una de las armas que la alfa tenía escondida en el cinturón de su uniforme, así que cuando Dongwoo sacó una navaja y la tiró dando justo en el brazo herido de la alfa, Kangdae aprovechó al instante sujetando a Jin en brazos con Jaesung, sacó un arma de uno de los muebles apuntando al estómago del omega.
Nayeon salió corriendo de la habitación en búsqueda de Dongwoo o de alguno de los guardias.
—Yongsun... —Jin se preocupó al ver el estado de su alfa.
—Hay algo muy gracioso Jimin, la vida es una perra y siempre nos pone opciones a elegir —Kangdae pasa el arma por el costado del omega, habla pegándose al cuerpo de Jin.
Jin empezó a llorar y Yongsun intentaba extraer la navaja de su hombro, cuando esta intentó ponerse de pie, Kangdae dio un disparo rápido dando en su pierna.
—Alto alfa, este no es tu asunto —dirigió su vista a Jimin—. Así que dime omega qué decides, ¿al pequeño bastardo o al idiota?
—Pedazo de mierda inservible —Jin se removió, pero el alfa apretó más el arma ahora dirigida a su cuello.
—Cállate idiota o te voy a enseñar modales —aprieta más el agarre.
Un fuerte rugido vino de afuera provocando que hasta las ventanas vibraran, hizo que todos en la habitación flaquearan, incluyendo a los alfas.
Jin aprovechó el aturdimiento del alfa zafándose de su agarre y llegó hasta su Yongsun, aún sintiéndose aturdido. Jimin se pasó al frente de sus amigos apuntando con la pistola de la alfa preparado para defenderse.
—No me hagas reír omega, ¿esto es una broma? —Kangdae dio un paso apuntando a él también.
Para Jimin era tanto el ruido, fue como un flashback de cuando lo rescataron, gritos, disparos.
—No seas ridículo, Jimin —Kangdae quita el seguro y su dedo amenazaba con presionar y disparar.
Jimin respiró profundo, le invadieron recuerdos de Jungkook enseñándole a mantener la mano firme cuando pidió que le mostrase cómo usar una.
"Sin miedo, cariño, contrólate.
El omega respiró —Eso es bebé, fija la mirada en el blanco y cuando estés listo dispara."
Jimin tenía lágrimas en los ojos —Basta, no avances más —ordena con manos algo temblorosas.
—¿O qué pequeña zorra? ¿Me vas a disparar? —se burló—. No me hagas reír puto, no te atreverías a nada, todos ustedes son débiles, ¿qué harás idiota? Pronto estarás muerto.
—En la vida hay dos opciones, o vives o mueres —Jimin usó sus mismas palabras.
Kangdae enfureció tanto que elevó su arma lista para disparar, pero Jimin presionó el gatillo un par de veces antes de que el alfa les hiciera daño, las balas dieron justo en el corazón y la otra en el cuello.
Su mano dolió por el impacto, se quedó estático en su lugar, conteniendo el llanto con el cuerpo tembloroso.
—¡En tu maldita cara, desgraciado infeliz! —Jin se puso de pie aún asombrado de ver el cuerpo del alfa tirado en el suelo mientras un charco de sangre se formaba debajo de él—. Por la puta diosa luna, viste alfa, Jimin nos salvó —Jin celebra.
—Lo maté —Jimin, aturdido se acercó para asegurarse que Kangdae ya no les haría daño.
—No, Jimin, no has matado. Ese alfa no era nada —Yongsun se apoya en el omega para ponerse de pie.
—Salgamos, Jungkook llegó. Entre más pronto termine todo esto, mejor.
Jimin se dirige a Jin —¿Cómo está Jae?
—Bien, parece estar bien, ricitos.
Jin salió encargándose de Jaesung, yendo detrás de Jimin que apoyaba a la alfa a poder caminar.
Ambos apuntando las pistolas, si era necesario no dudarían en detonarlas.
Ahora entendió esas palabras que tanto se le habían repetido "eres fuerte y valiente".
—Tranquilo Jimin —Yongsun calma al omega al ver su mano temblorosa.
—Lo siento tanto, no quería que les hicieran tanto daño.
—No te disculpes, no sabes lo orgullosa que me siento de ti, eres más fuerte de lo que crees, querido.
—Yo le disparé —aún seguía en shock.
—Y eso fue asombroso, bendita sea la vida por el día en que te dio curiosidad practicar y ayudar a Jungkook, nos salvaste y salvaste a tu cachorro, te salvaste a ti mismo, Jimin.
Jin abrazaba fuerte al bebé mientras le protegía, siguieron caminando hasta empezar a encontrarse con los cuerpos sin vida de las personas que Dongwoo tenía.
Algunos se removían adoloridos pero sin poder levantarse.
—Yoongi... —Yongsun llamó cuando notó pasar la figura del teniente.
El alfa corre a su dirección con el semblante aliviado —Chicos, por Saturno, disculpen por no ir por ustedes, pero todos los alfas se vinieron sobre nosotros, Jungkook está buscando a Dongwoo, el muy cobarde se dio a la fuga —caminaron hasta estar cerca de la entrada. Jimin pidió a Jaesung y lloró al tenerlo en sus brazos, no dejaba de pedirle disculpas.
La bocina del auto de Jungkook sonó afuera, vio directamente a Jimin y el omega notó el rojo intenso en sus ojos, se bajó de inmediato para ir a tomarlo en brazos.
Yoongi ayudó a Yongsun a sentarse en uno de los sillones, Jin junto a ella para confortarla, al parecer Jimin aún no salía del trance y había salpicaduras de sangre en su rostro. Además, tenía moretones por los golpes que recibió.
—Amor, perdóname por favor. Lo siento tanto, se supone que debía cuidarte —Jungkook lo abraza—. Yongsun, Jin, ¿todo bien? —pregunta al no recibir respuesta del omega.
Jimin se dejó abrazar perdiéndose en el olor de su alfa, pero no dijo nada.
—Le disparó a Kangdae y pues no queda nada de la rata asquerosa —Jin informó.
Jungkook lo apretó más fuerte, sabía que algo sucedió, pues sintió todas las emociones del omega aturdidas hasta que se calmaron.
—Lamento eso cariño, pero no sientas culpa, tú mismo lo dijiste o vives o mueres, regresaré por ti bebé —besó sus labios rápidamente.
—Alfa... —Jimin sollozó.
Jungkook sintió lo aturdido de Jimin, su alfa sabía las palabras perfectas para decirle.
—Lo sé amor, lo sé, por favor, perdóname por tardar, pero estoy tan feliz por ti, salvaste a nuestro cachorro cariño, eres una gran mami, bebé. Te amo. Gracias por cuidar y salvar de nuestro Jae.
Y con esas palabras Jimin lloró. Él era una buena madre, esta vez salvó a Jaesung. Su omega aulló feliz y satisfecho, su cachorro estaba bien y en sus brazos, no era un mal omega.
Y es que simplemente eso hizo que la pequeña parte rota del corazón de Jimin terminara de sanar. Jungkook sabía siempre que decir.
Prácticamente, Yoongi y Jungkook acabaron con todos los alfas de la casa.
Sin mencionar que en una de las habitaciones principales tenían a un grupo de élite, reunidos con el fin de recibir un regalo del alfa, según entendieron el maldito de Dongwoo, los reunió para darles un omega que necesitaba una fuerte lección. Eran más de cuarenta alfas esperando por Jimin, entre ellos se encontraban varios de renombre y otros en pleno celo.
Eso enfureció tanto a Jungkook que se transformó en lobo, acabando con todos sin piedad alguna.
El lugar olía a pudrición y todos los aromas ya afectaban a ambos omegas.
—Espera aquí cariño, los oficiales los atenderán y la ambulancia viene en camino. No podemos permitir que ese maldito escape, cuida a nuestro cachorro amor —dijo dejando un beso sobre su cabeza caminado de nuevo al auto, Yoongi lo siguió—. Volveré muy pronto, omega, lo juro —le toma el rostro entre sus manos para fijar sus vistas—. Te amo, bebé.
Jimin se apoya en el toque, dejando salir más de sus lágrimas —Gracias por siempre venir Kook.
—Siempre —sonríe y camina con postura erguida, mientras caminaba sus ojos cambiaron de color.
—Y bien, al fin se prendió esta mierda —Jin mencionó emocionado recargando su cabeza sobre el hombro de la alfa.
Jimin camina, meciendo a Jaesung en brazos —Pero, ¿no queda nadie, verdad? —cerró los ojos llorando de nuevo después que Yongsun negara. Le dio una mirada cargada de agradecimiento a la pareja—. Gracias, chicos.
Escucharon a los oficiales acercarse buscándolos —No, Jimin, nosotros te lo debemos a ti amigo, creo que tú también te unes al club de los patea traseros.
—Solo quiero a Jungkook devuelta —se muerde los labios, nervioso.
—Lo sabemos cariño, él estará bien, pero es necesario que acabe con ese hijo de puta, podría seguir jodiéndonos la vida.
Jimin apretó el cuerpo de su pequeño mientras le repartía besos por todo el rostro.
La ambulancia se aparcó y los paramédicos fueron a atenderlos. Jimin seguía con el pensamiento de lo similar que era al día de su rescate, con la gran diferencia que él era diferente ahora y tenía a Jaesung a salvo.
Los encargados de revisar la mansión dieron un informe rápido a Yongsun, Jin intentaba distraer a Jimin para que no se abrumara con la información, Jungkook acabó con todos y cada uno de los alfas, fue una masacre, Jungkook dejó que su lobo se liberara un poco.
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